La Jirafa (Giraffa camelopardalis) es un mamífero y el más alto de todas las especies de animales vivientes. Los machos pueden medir desde 4,80 a 5,50 metros y pesar hasta 900 kilogramos. Las hembras son generalmente un poco más pequeñas y pesan menos.
Nativa de África, la jirafa se relaciona con el venado y la vaca, pero pertenece a otra familia, la Giraffidae, la cual consiste únicamente en la jirafa y su pariente más cercano, el okapi
Las jirafas son famosas por sus cuellos extraordinariamente largos (los cuales les permiten alcanzar las hojas más altas y tiernas de los árboles) y sus largas patas delanteras (que son mucho más largas que las traseras). La estructura ósea del cuello no difiere de la de otros mamíferos: no tiene vértebras extras, pero cada uno de los 7 huesos es más alargado. Además tiene unos pequeños cuernos, los cuales están recubiertos por la piel de la jirafa.
Muchas otras pequeñas modificaciones a la estructura de la jirafa han evolucionado, especialmente en el sistema circulatorio. El corazón de una jirafa debe generar cerca del doble de la presión sanguínea normal de un mamífero de gran tamaño para mantener el flujo de sangre al cerebro en contra de la gravedad. En la parte superior del cuello, un complejo sistema de regulación de la presión previene el exceso de sangre en el cerebro cuando la jirafa baja su cabeza para beber. Inversamente, los vasos sanguíneos en la parte inferior de las patas están bajo una gran presión. En otros animales, esa presión forzaría a la sangre a ser expulsada a través de las paredes capilares. Sin embargo, las jirafas tienen una gruesa capa de piel muy ajustada en sus extremidades inferiores, la cual mantiene la presión extravascular alta de la misma forma que un traje-g de un piloto.
La lengua es de color negra. Posee dos cuernos y una pequeña protuberancia en el medio de la frente, una cresta huesosa, debido a un desarrollo excesivo de los huesos frontales y nasales. La boca es distinta de otros rumiantes: su labio superior no está hendido como el del camello, está recubierto de pelos y tiene una forma más aguzada. Tienen un ingenioso sistema que les permite abrir y cerrar, a voluntad, las fosas nasales. Esto les permite recubrir las cavidades olfativas contra el polvo, especialmente cuando el viento forma remolinos.
El pelaje es de color amarillo, sembrado de manchas bastantes grandes, de formato irregular y color pardo claro u oscuro, siendo las manchas del cuello y piernas más pequeñas. La parte inferior de las patas y el vientre es blanco y no presenta manchas.
Las jirafas viven en grupos de 20 a 30 ejemplares, casi todos jóvenes, ya que al envejecer buscan la soledad.
Gestación y críasLa gestación de una jirafa dura entre 14 y 15 meses; nace una sola cría. La madre da a luz de pie y el saco embrionario se rompe cuando el bebé cae al suelo. Las jirafas recién nacidas miden cerca de 1,80 metros. A las pocas horas de haber nacido, las crías pueden correr y no se distinguen de una cría de una semana de edad. De todas formas, por las primeras dos semanas, estas pasan la mayor parte del tiempo recostadas, resguardadas por su madre. Mientras que las jirafas adultas son demasiado grandes para ser atacadas por la mayoría de los depredadores, las más jóvenes pueden ser presa de leones, leopardos, hienas y perros salvajes. Sólo del 25 al 50 porciento de las jirafas llegan a la adultez; aquellas tienen un promedio de vida de entre 20 y 25 años.